
Por eso, según señaló, decidió contratar un abogado penalista en Santiago, que llegaría en la semana a Punta Arenas, para presentar la querella criminal.
Accidente
El desafortunado accidente ocurrió el 5 de agosto, alrededor de las 8.30 horas, frente al número 01055 de la calle Belisario García, en la Población Cecil Rasmussen. En ese lugar se encontraba ejecutando labores de recolección de basura uno de los camiones de Servitrans, cuando repentinamente la víctima apareció bajo las ruedas. Inicialmente se dijo que la mujer habría caído entre las ruedas traseras y delanteras del camión en movimiento, terminando aplastada por el pesado vehículo. Las circunstancias en que ocurre este accidente forman parte de la investigación de la fiscalía, sin embargo, los resultados aún los desconoce el esposo. Al comienzo se presumió que Elsa Williams cayó bajo las ruedas, y por eso la importancia de aclarar el motivo de la caída.
El certificado de defunción establece como causa de muerte, “shock hipovolémico, accidente de tránsito, anemia aguda”.
Amenazas
Junto con enfatizar que “desde que falleció mi esposa no han formalizado al chofer del atropello”, Carlos Saldivia añade que ha sido víctima de amenazas por parte de familiares del conductor, quienes le habrían pedido que “no siga revolviendo la olla”. Por este motivo estampó una denuncia por el delito de amenazas en Carabineros.
Lo que quiere esta persona es que se aclaren bien las circunstancias que rodearon el accidente porque, según refirió el denunciante, “la empresa de la basura quiere hacer parecer que el accidente ocurrió porque mi mujer sufrió un ataque al corazón, quieren cambiar la versión del médico legal”.
Por eso, insiste, viendo las trabas que enfrenta, que se contactó con un abogado “porque quiero seguirle un juicio a la empresa de la basura por daños y perjuicios”.
Como consecuencia de la muerte de su señora, el marido sufrió un shock nervioso que lo tiene en tratamiento con el médico siquiatra Juan Vukusic.
Confiesa que la soledad ha sido lo más difícil de superar, con la que debe lidiar a diario en la casa de dos pisos que habita en la Población Cecil Rasmussen. Lo único que pide Carlos Saldivia es justicia.