
En tanto, el segundo artículo determinaba penas alternativas como actividades en beneficio de la comunidad y charlas sobre los efectos del alcohol y las drogas para las personas cuya infracción no requiriera una pena de privación de libertad. Esta disposición fue rechazada por 90 votos en contra, cuatro a favor y dos abstenciones.
El resto de las enmiendas fueron aprobadas por 97 votos. Una vez que entren en vigencia estas modificaciones a la Ley de Tránsito, bajará de 0,5 a 0,3 los gramos permitidos de alcohol en la sangre en el caso de conducción bajo la influencia del alcohol. Mientras que se redujo de 1,0 a 0,8 gramos por litro, la conducción en estado de ebriedad, lo que equivale a unos tres vasos de cerveza.
A partir de la promulgación de esta ley impulsada por el Ejecutivo, basta con beber una sola copa de vino para arriesgar la suspensión de la licencia de conducir por tres meses, en caso de accidente sin resultados a terceros o a la propiedad. En caso de ser reincidente, la licencia se suspende por el doble de tiempo.
Cuando un accidente es protagonizado por un conductor ebrio (con más de 0,8 gramos de alcohol por litro de sangre) y es con resultado de muerte, el permiso de conducir es suspendido a perpetuidad.