Uno de ellos, Miguel Sánchez, entregó su versión aclarando que nunca intentaron crear disturbios como acusó el capitán del buque. Una investigación sumaria ordenó la Armada, tendiente a aclarar la “falta de disciplina” que se vivió ayer a bordo del buque factoría Saint Pierre, luego que una veintena de tripulantes decidiera no seguir trabajando en la pesca de merluza, por lo que fueron desembarcados en Punta Arenas.
Una vez que los trabajadores descendieron del pesquero, fueron trasladados al edificio de la gobernación marítima, donde cada uno prestó declaración.
Uno de ellos, Miguel Sánchez, entregó su versión a Diario El Pingüino, aclarando que nunca fue la intención de los trabajadores armar un motín, como los acusó el capitán del buque: “Resulta que estábamos pidiendo que nos arreglen el tema de los sueldos y el capitán, bajo amenazas de sacarnos partes, dijo que nos llevaría a unos canales donde nos tomaría una patrullera, porque estábamos armando un motín”.
Sánchez agregó que “nosotros nunca nos negamos a trabajar. Al contrario, él (capitán) nos negó la posibilidad de hacerlo”.
Alimentación
Al tema de los dineros se sumó el problema que surgió con la comida. Según la versión del cocinero de la nave, Pedro Sandoval, los alimentos estaban vencidos, situación que hace 20 días expuso al oficial a cargo. “Varias veces tuve reunión con él (capitán) y me dijo que la empresa cortaba las provisiones”. Su salida la atribuye a que se atrevió a exponer esta situación, luego de dos meses de faena, en la pesca de merluza.
Después de estos problemas vino la orden de desembarco lo que se concretó ayer, a las siete de la mañana. “A los muchachos nuevos los amenazaron con dejarlos botados en Punta Arenas”, comentó Sandoval. Mientras que Sánchez reiteró que nunca dejaron de trabajar y jamás le faltaron el respeto a nadie.
En la empresa Pesca Chile no fue posible conocer una versión oficial, indicando la persona que atendió el teléfono que la información requerida debe solicitarse en horario de oficina.