El pequeño Vicente fue dado de alta y en buenas condiciones luego de pesar apenas 1 kilo al momento de nacer. El viernes 3 de febrero fue dado de alta Vicente, de sólo 3 meses de edad, luego de nacer pesando apenas 1 kilo 140 gramos. Con 27 semanas de gestación, llegó al mundo en sólo 45 minutos, tiempo que su Mamá tuvo para darlo a luz, luego de sentir inexplicables contracciones de parto.
Pamela Flores Pinochet, la Mamá, recuerda haberse sentido mal y asistir a la urgencia de un centro médico privado. “Allí me recibió la matrona de turno y me revisó. Ella me dijo que estaba dilatada y que el bebé estaba listo para nacer. Incluso estaba asomando la cabeza. Por lo tanto, tampoco hubo tiempo para detener el parto y poder inyectarme algo que ayudara a madurar los pulmones de Vicente, situación que complicaba más el panorama”, recuerda.
Vicente simplemente decidió nacer antes. Por eso se solicitó al Hospital Clínico Magallanes disponer del “Rescate Neonatal”. Este sistema implementado por la Unidad de Neonatología del HCM acude al centro médico en donde esté por nacer o haya sido dado a luz un prematuro (extremo), atendiendo al recién nacido in situ, permitiendo que ese bebé logre una mejor sobrevida tras un parto de alto riesgo.
“Este sistema está organizado para el traslado de un recién nacido (RN) de alto riesgo que requiera algún procedimiento diagnóstico y/o terapéutico a centros de mayor complejidad. El objetivo es disminuir la morbimortalidad neonatal a través de una atención oportuna y especializada en aquellos pacientes gravemente enfermos. Cuando hay un nacimiento prematuro extremo en algún centro médico de la región, nosotros vamos al lugar, atendemos al RN y lo asistimos hasta transportarlo adecuadamente hasta el Hospital Clínico”, comenta la médico Pediatra Patricia Amarales, Jefa del CR Infantil del HCM.
Amarales recalca que “Este sistema ha logrado numerosos éxitos en rescate de prematuros, gracias a la disponibilidad del sistema que está atento las 24 horas al llamado que nos hagan nuestros colegas. En este sentido, el Hospital Clínico entrega un servicio vital a la hora de tratar debidamente a un RN en condiciones de sobrevida extremo, demostrando con ello el compromiso que este servicio público tiene con el tratamiento de nuestros niños”, afirma la pediatra.
El equipo profesional de rescate neonatal lo componen un médico residente, matrona y un paramédico capaces todos de manipular la incubadora de transporte, elemento que posee batería autónoma y conexión a red eléctrica fija y móvil, un ventilador mecánico incorporado, cilindros de oxígeno y aire comprimido, monitor de signos vitales y saturación y una bomba de infusión contínua.
Las gestaciones de riesgo perinatal y los partos que de ellas derivan deben ser atendidos en hospitales que dispongan de unidades de neonatología bien dotadas. En condiciones ideales todo feto de alto riesgo debería nacer en un hospital que le asegure todos los medios para una adecuada atención. “Nosotros somos ese centro en la región y somos los únicos que estamos suficientemente dotados desde un punto de vista técnico y profesional para lograr el éxito en la sobrevida y calidad de vida de ese RN. Y Vicente es el mejor ejemplo de esto”, afirmó Amarales.
Durante el año 2008 se rescataron 2 RN. En 2009 fueron 3 RN (2 de Natales y 1 de Porvenir) y durante el año 2011 se rescataron 2. Vicente fue el último rescate neonatal, efectuado a fines del año pasado.
Vicente vivió gracias a la Unidad de Neonatología
“Cuando supe que se llevarían a Vicente al Hospital, lo único que me preocupó fue que él viviera, porque era muy complicado, era muy chiquitito, sus pulmones eran muy inmaduros, lo que le impedía respirar por sí solo. Después entendí que el traslado era lo mejor, porque estaría en la Unidad de Neonatología del HCM, que es reconocida como una de las mejores del país, por la tecnología de sus equipos y por el personal capacitado que compone esta unidad. Que se lo hayan traído para acá fue un alivio, porque sabía que harían lo humanamente posible por salvarlo”, recuerda Pamela Flores, la Mamá.
La recuperación de Vicente se inició inmediatamente con la aplicación de medicamentos y los cuidados del equipo médico de la unidad. “Cuando llegue, él estaba conectado a ventilación mecánica porque no podía respirar por si solo. El panorama era bastante inestable, un día estaba bien, al otro día mal y así. Hacia muchas apneas, se quedaba pegado y no respiraba. Estuvo muchos días con ventilación mecánica”, cuenta la Mamá de Vicente.
Tras una intervención quirúrgica, la condición del pequeño entró en franca pero lenta mejoría. Con sólo 900 gramos, Vicente dio la batalla junto al equipo médico que no mermó esfuerzos por recuperar su condición de salud. “Nunca pensé que mi bebé nacería en esas condiciones, siempre pensé que sería una cesárea programada. Después de todo lo que nos tocó vivir ya sé que debo venirme directo al Hospital Clínico. Acá la atención que hemos tenido ha sido espectacular. Vicente no podía haber estado en mejores manos, no sólo son un excelente equipo profesional, sino que además son muy buenas personas, capaces de empatizar con la preocupación de los padres”, agradece Pamela.
Tras sortear a la muerte, Vicente cumplirá 3 meses el próximo 17 de febrero, en su hogar junto a su familia.