
El voraz siniestro destruyó cuatro departamentos, el 18 de septiembre, uno de los cuales recién había sido adquirido por el ministro de la Corte de Apelaciones, Hugo Faúndez, quien ni siquiera alcanzó a asegurarlo.
Escenas de pánico se vivieron a tempranas horas de ese día. Eran alrededor de las 7.30 horas cuando se inició el incendio. El viento registraba rachas de 90 kilómetros por hora, lo que ayudó a la propagación de las llamas.
Bomberos se encontró con un dantesco siniestro en los departamentos 101 y 111, del décimo y onceavo piso respectivamente, envueltos en llamas. Mientras los moradores hacían abandono del recinto de calle Sarmiento y Diagonal Don Bosco. Un centenar de voluntarios colaboró en la evacuación de la gente y trabajó en el combate del incendio.
La gente dejaba sus departamentos muy afectada por lo que estaba viviendo, incluso muchos no podían respirar por el humo, en lo que algunos llamaron “infierno en la torre”, en alusión a una película del año 1974.
Causa terminada
“La causa está terminada”, respondió ayer la fiscal Wendoline Acuña, al ser consultada por la investigación que desarrolló durante poco más de cuatro meses.
De acuerdo al resultado de las pericias, dijo que lo ocurrido no es constitutivo de un delito. Explicó la fiscal que “el origen del fuego estuvo en un arco de voltaje, en una extensión de corriente, en uno de los departamentos (101), porque había un alargador, conectado a la pared, y éste a su vez a un computador, lo que generó una sobrecarga en la electricidad y ello dio origen al fuego”. Por lo tanto, añadió, “se trata de una combustión de termoplásticos accidental, sin intervención de terceros”.
Explicó que para que exista un delito de incendio tiene que haber una intervención dolosa intencionada. “En nuestra legislación no existe el cuasi delito de incendio”, y por eso aplicó la facultad que tienen los fiscales de no iniciar investigación, “porque los hechos no son constitutivos de delito”.
En todo caso, las personas afectadas por los daños pueden presentar una demanda civil, pero no penal.