
Al respecto, la Directora Regional de la JUNJI, Paula Vidal Muñoz, explicó que “antes de inscribir al párvulo, la familia debe observar la infraestructura, las medidas de seguridad y prevención de riesgos, el equipamiento, el material didáctico, que el personal sea idóneo, conocer cuál es el proyecto educativo del jardín infantil y, necesariamente en el caso de los establecimientos particulares, deben estar empadronados”.
“Cada establecimiento educativo cuenta con un sello y las familias debieran preocuparse por conocerlo. Por lo tanto, el apoderado puede consultar sobre cuál es el énfasis del jardín infantil, que debiera estar manifiesto en el Proyecto Educativo. Éste debe contemplar la misión, objetivos y metas, las normas y organización, un sistema de evaluación de aprendizaje de los párvulos y la participación de la familia, fundamental en el proceso de crecimiento del niño y la niña”. Agregó Paula Vidal.
Asimismo, destacó que en el caso de que el jardín infantil o la sala cuna sean privados, los padres deberán solicitar el empadronamiento del establecimiento, a fin de garantizar la calidad del servicio que recibirán los párvulos.
Además, es importante poner atención en la iluminación, los servicios de higiene, la calefacción del recinto, el sistema de ventilación, los patios y las condiciones de seguridad para los párvulos. Los espacios educativos deben ser acogedores y a la altura de los párvulos. También, debe existir material didáctico seguro y suficiente que estimule todas las áreas de desarrollo y crecimiento de los niños.
El jardín infantil debe contar con una directora, educadoras de párvulos, técnicos de educación parvularia, manipuladora de alimentos y auxiliar de servicios menores. Los padres pueden solicitar al establecimiento los títulos o documentos que certifiquen los grados académicos del personal.