Son más de 400 micro y pequeños empresarios los que se han visto afectados por la inundación, de los cuales aún hay algunos que permanecen con sus locales cerrados. Al respecto, el intendente de Magallanes, Arturo Storaker, evaluó este proceso, explicando que “ha sido lento, porque aún hay sectores que todavía están cerrados porque tuvieron gran daño en la mercadería. Hay algunos a los que les han pedido los locales, hay un estado de no recuperación en muchas áreas”. Agregó que “en general, el comercio esencial está abierto”.
Mientras que en relación a la apertura del barrio gastronómico aseguró que se fortalecieron las normas de higiene para la reapertura de los restaurantes. “Cada restaurantes que quiera abrir tiene que pasar por la inspección de salud”, dijo la máxima autoridad regional.
Argumentó que esto se debe a que dada la gran cantidad de residuos, hay una gran cantidad de regulaciones que deben cumplir, “que tienen que ver con la limpieza y la higienización de locales, el local puede estar limpio pero hay que aplicar limpiezas especiales y eso es la función de la seremi de salud, que ha estado cumpliendo en cada uno de estos y le da la autorización de apertura. Cualquier local que abra sin este permiso va a ser clausurado inmediatamente”, afirmó.