
Por medio de la escritura se comunicaron con él y les dijo que se acordaba del rescate, pero lo más sorprendente fue cuando escribió en la pizarra que una vez que salga del hospital quiere ser bombero. “Así que vamos a tener un voluntario más en la compañía. Incluso nos pidió que cuando le den el alta lo vengamos a buscar con el carro de nosotros”, comentó orgulloso Juan Carlos Castillo.
Para Diego Frey es más fácil dar fe de la recuperación de Felipe, porque lo visitó al comienzo y con la visita de ayer constató el milagro del que habla la familia. “El cambio se nota, ahora lo vi muy bien, sobre todo su estado de ánimo, ya que se rió con nosotros”.
Rescate complicado
Castillo y Frey coincidieron en que el rescate del joven, la mañana del 12 de marzo, fue complejo, sobre todo por el caudal que a esa hora corría por la calle.
Álvarez estaba en las puertas de la peluquería de su madre, en calle Magallanes, cuando los voluntarios fueron a buscarlo. “En ese momento pudimos cruzar bien la calle, porque no corría tanta agua, pero cuando veníamos de vuelta con Felipe se nos vino el agua encima. Fue como que abrieron una compuerta y eso terminó complicando el rescate”, recordó Castillo.
A nombre del equipo de rescate de la Sexta Compañía, Marco Frey señaló que solamente esperan cerrar pronto este ciclo, con la recuperación total de Felipe. “Estamos esperanzados en que todo saldrá bien y por eso hemos estado junto a la familia del joven y esperamos que pronto pueda estar en casa”.
Gutiérrez reiteró que lo ocurrido con su hijo es un milagro. “Dios ha puesto su mano y eso es innegable”. Además dijo que Felipe quedó feliz con la visita de los bomberos.