
El titular británico, William Hague, subrayó que Siria “no está cumpliendo totalmente el alto el fuego acordado” y aseguró que visto el comportamiento del régimen de Bashar Assad durante meses “es difícil ser optimista”.
Tanto Hague como el resto de ministros europeos que se expresaron sobre Siria insistieron en la necesidad de hacer que la iniciativa de Annan triunfe.
“Si el plan de Annan fracasa estaremos en una guerra civil total”, aseguró el responsable de Exteriores luxemburgués, Jean Asselborn, quien aseguró que se trata de la “única oportunidad” con la que cuenta la comunidad internacional para solucionar el conflicto.
Asselborn descartó además una intervención militar que costaría “decenas de miles” de vidas.
“Debemos encontrar una solución política y, como hacemos aquí, hacer todo para aumentar la presión sobre el régimen de Assad para que detenga la violencia, permita la ayuda humanitaria y comience el diálogo”, opinó.
La UE, en esta línea, acordó hoy una nueva ronda de sanciones contra Damasco, dirigida especialmente a impedir la llegada de bienes de lujo al régimen y sus allegados.
“El refuerzo de las sanciones sigue siendo un elemento importante”, señaló el ministro de Exteriores belga, Didier Reynders.
Ashton, por su parte, recordó que el apoyo al plan Annan no se circunscribe únicamente al cese de la violencia, sino que va más allá y pasa también por la necesidad de que Assad inicie un proceso político de transición.
En tanto ayer, el vocero adjunto de Naciones Unidas, Eduardo del Buey, aseguró que la próxima semana comenzará el despliegue de los primeros 30 observadores de la misión de supervisión de la ONU para Siria (Unsmis), que constará de un total de 300. “Las condiciones son riesgosas, pero creemos que la presencia de observadores de la ONU cambiará la dinámica política en el terreno”, señaló por su lado Ahmad Fawzi, vocero del enviado de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, respecto de la decisión de iniciar el envío de los observadores.