Tras la denuncia por irregularidades en la contratación del servicio de limpieza tras el aluvión, presentada por la diputada Carolina Goic y el presidente regional de la Democracia Cristiana, Juan Francisco Miranda, en contra de la empresa Rayén, la propietaria de la sociedad, Patricia Leiva, aclaró lo que a su juicio son acusaciones infundas. La empresaria explicó que Rayén inició funciones tras el desborde del Río Las Minas, el 13 de marzo, cuando fue contactada desde Santiago por una empresa con la cual mantienen contacto permanente, la que les explicó que la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), necesitaba 2 camiones con rampla para trasladar desde el aeropuerto Carlos Ibáñez del Campo la ayuda enviada desde la capital por vía aérea. Esta fue la primera acción que desarrollaron como empresa tras el aluvión. Dos días después, estableció, se le solicitaron 5 camiones tolva destinados a colaborar con las obras que estaban desarrollando en ese momento las empresas Salfa y Vilicic, mientras que a la hora siguiente de este contacto requirieron sus servicios con la prestación de otros cinco camiones, para que realicen la misma acción, debido a que las maquinarias de las grandes sociedades no eran suficientes para las labores requeridas. Esta prestación de servicios a la Onemi, se inició el 16 de marzo y culminó el 26 del mismo mes, precisó.
Explicó la propietaria de Rayén que finalmente terminó aportando alrededor de 50 maquinas, las que son de propiedad de los micros empresarios que componen la sociedad, para posteriormente participar de una licitación efectuada con la Onemi, a la que se presentaron además otras dos empresas, resultando adjudicada Mancilla Hermanos.
Según sus palabras, esta última alcanzó a prestar servicios sólo media jornada, debido a que no contaba con suficiente maquinaria para realizar el retiro del lodo, motivo por el cual se contactaron con Rayén, que figuraba como la segunda opción. De esta manera iniciaron la etapa que se encuentran desarrollando actualmente, contratándoseles por primera vez formalmente, a partir del 2 de abril durante dos meses.
En esta oportunidad se procedió a la contratación de 100 personas con sus respectivos capataces, una cuadrilla de emergencia y maquinarias.