
Los dirigentes de este sindicato denuncian un “quiebre en las confianzas” con el gerente local Roberto McLeod, quien opta nuevamente por esconder antecedentes a los representantes de los trabajadores pero que, sin embargo, ya son de conocimiento del personal en terreno, lo que ha generado inquietud y provocado un menoscabo en el clima laboral ya deteriorado al interior de la empresa en Magallanes.
“Mientras en el país se impulsan mecanismos para promover la sindicalización y la participación de los trabajadores, la gerencia de Enap Magallanes camina en dirección contraria cerrando la puerta al diálogo”, manifiesta la directiva sindical, la cual define esta acción de los ejecutivos como la muestra más clara de traspasar a privados esta empresa del Estado.
La interrogante de la organización sindical se basa en la eventual existencia de una tercerización encubierta que la empresa no ha asumido ni trabajado en conjunto con los dirigentes, lo que ha llevado a endurecer las posturas congelando el diálogo hasta que la gerencia revierta esta situación y acepte conversar con el sindicato antes de la toma de decisiones. “Los dirigentes de este sindicato hemos decidido declarar como un interlocutor no válido al gerente local Roberto McLeod, hasta que transparente la información y escuche la opinión de los trabajadores”, anunció el presidente del sindicato, Alejandro Avendaño.
Este sindicato no comparte el modelo funcional del gerente de Enap Magallanes, quien busca implantar en la zona formatos acuñados en el extranjero que privilegian resultados a cualquier costo, incluidos la entrega de patrimonio nacional y despidos de trabajadores, haciendo un flaco favor al desarrollo y empleabilidad laboral, situación que al interior de la empresa se ha vivido de la manera más dura. “No aceptaremos que se busque callar la voz de la directiva sindical ni de sus trabajadores a través del bloqueo de la participación en temas de suma importancia como la estructura organizacional, seguridad laboral o la vulnerabilidad de contratos, que hoy nos expone a ambientes poco dignos para cualquier persona”.
El Sindicato de Trabajadores de Enap rechaza rotundamente esta amenaza privatizadora, y advierte que con estas medidas, se vulneran las lealtades y transparencias dignas de una empresa de todos los chilenos donde los trabajadores son desde siempre el factor fundamental para el progreso y proyección, acorde al gran desafío de una Enap moderna y líder en el campo energético.