
Posteriormente a la formalización, Vargas quedó en libertad, mientras duren los 60 días de plazo para el cierre de la investigación. Se le impuso la medida cautelar de prohibición de acercarse a los carabineros involucrados.
Manuel Vargas junto a su padre concurrieron hasta la clínica oftalmológica de Punta Arenas, para determinar las lesiones de la cual asegura fue víctima al momento de su detención. El joven junto a su padre señalaron que los carabineros le propinaron una golpiza, por lo que llegarán hasta las últimas consecuencias. “Lo único que hice fue arrancar. Eso de tirarle el auto encima es mentira, en Villa Las Nieves ni siquiera arranqué, de ahí me bajé, me tiraron al piso, me agacharon la cabeza los tres carabineros y me tiraron una patada directa en el ojo”.
Agregó que sólo huyó del lugar para evitar que le sacaran un parte por tener los vidrios polarizados y circular con el tubo de escape libre. “Sólo me devolvieron los papeles antiguos del vehículo, a pesar de que los tengo al día”. Reiteró que nunca amenazó de muerte a los carabineros y tampoco los atropelló. “Cuando llegaron me dijeron a la buena o a la mala, yo les dije a la buena; de ahí me golpearon”.
Asimismo, aseguró que no le realizaron la alcoholemia en el hospital.
Por su parte, el padre del joven, Marcelo Vargas, señaló que a su hijo le pegaron en el ojo y en la cabeza, dejándolo con lesiones. Aseguró que hay testigos del hecho, y no descartó querellarse contra los responsables de la agresión. “Lo que ocurrió es para un parte de tránsito, no para las lesiones que le hicieron, los golpes no tienen nada que ver. Los testigos vieron que mi hijo no les dijo nada”.
En la audiencia, el juez Andrés Provoste ordenó remitir los antecedentes al Ministerio Público para que se investigue la eventual agresión.