
La condición del paciente, y expectación periodística, llevaron al director del centro asistencial público, Mario Mayanz, a ofrecer al mediodía de ayer una conferencia de prensa. Estuvo acompañado de la jefa del Servicio de Pediatría, Patricia Amarales, y en conjunto entregaron un último parte médico.
El niño ingresó ayer grave al hospital clínico, a las 6.30 horas, con un cuadro respiratorio severo (distrés respiratorio agudo), por lo que fue entubado y conectado a ventilación mecánica.
Amarales explicó que el menor fue víctima de un probable cuadro aspirativo de contenido gástrico (vómito) tras ser operado de urgencia de una apendicitis aguda en la Clínica Magallanes.
Posteriormente, médicos del hospital se trasladaron a la clínica. Ayudaron a entubar al paciente y le aplicaron una broncoescopía para tratar de aspirar la mayor cantidad de contenido gástrico y luego se decidió el traslado a la UCI Pediátrica. “Ingresó con un síndrome respiratorio agudo importante, que durante la mañana se deterioró un poco, pero en estos momentos (12.50 horas) está más estabilizado”, informó Amarales.
Los médicos anticipan que podría haber un aumento importante del distrés en las próximas 48 horas.
Explicó que lo ocurrido está dentro de las posibilidades que suceda, sobre todo cuando una persona es llevada de urgencia a pabellón, sin un ayuno previo. El niño ingresó con una apendicitis de varias horas de evolución y la indicación al llegar a la clínica no era otra que operarlo.
A la abuela le llama la atención que la misma doctora les dijera que en dos horas el pequeño estaría bien, y repentinamente se agravó. “El colegio nos va a enviar un sacerdote para que nos acompañe. Él (Benjamín) es un niño tan bueno, sano y excelente alumno”, comentó Williams.