
Los enfrentamientos, se produjeron porque los mineros y pobladores intentaron llegar al campamento de mina para tomarla. Además, bloquearon con troncos y piedras la carretera que conduce hacia el Cusco y conecta con la sede de la compañía minera, señaló el fiscal Herrera.
Ayer, el Primer Ministro, Óscar Valdés, ha afirmado en una conferencia de prensa que el Gobierno de Ollanta Humala “quiere una minería responsable” y que ha intentado infructuosamente el diálogo. Ha calificado la posición de los líderes locales como “radical”, como lo ha hecho con las autoridades de la región Cajamarca, que enfrenta un pleito similar.
Sin embargo, en declaraciones a Canal N, el presidente del Frente de Defensa de Espinar, Herbert Huamán, ha lamentado que la delegación de viceministros no llegase a la zona alegando que los comuneros tenían un interés político y que no les importaba frenar la contaminación. Los daños en las comunidades aledañas a la operación de Xstrata Tintaya han sido documentados en tres estudios: la presencia de metales pesados en el agua supera los límites permisibles y el ganado y los auquénidos tienen menos crías o sufren abortos.
Cuando los comuneros movilizados se han enterado al final de la tarde de que dos de los manifestantes heridos habían muerto, han secuestrado al fiscal Héctor Herrera y ha prendido fuego al vehículo en el que llegó a una de las tres zonas donde ocurrieron los enfrentamientos entre civiles y policías. Sin embargo, horas después, por gestiones de la directora de la Vicaría de la Solidaridad de Sicuani, Ruth Luque, el fiscal fue liberado, según ha declarado por telé.
Luque ha indicado que tenían reportes de 14 personas detenidas y que la Vicaría ahora intenta mediar entre el Gobierno y el Frente de Defensa de Espinar para que se produzca el diálogo.