“Ya estamos enviando señales claras de que iremos hacia un sistema más exigente, porque reconocemos que los años de acreditación (actuales) son indicadores muy imperfectos. Y aunque sugieren algo, porque no es lo mismo 2 años de acreditación que 4 años, propondremos un sistema en que se acredite por 6 años o no se acredite”. Con esas palabras el ministro de Educación, Harald Beyer , dio cuenta de los nuevos impulsos del ministerio en materia de Educación.
Ayer señaló que se aplicará «mano dura» en las futuras acreditaciones y que así quedará establecido en el proyecto de ley que reformará el sistema y que está en proceso de elaboración.
Las señales de que esto viene en serio son claras. Las más recientes ocurrieron esta semana, cuando el Presidente Piñera firmó el proyecto de ley que modifica la entrega de ayudas estudiantiles. Allí, se incorporó que sólo los alumnos de planteles que tuvieran acreditación de 3 años o más, podrían acceder a becas y créditos estatales.
Y al día siguiente se dio a conocer las bases de un concurso de más de $ 7 mil millones en apoyo a la innovación científico-productiva en la educación superior. Uno de los requisitos era que debían tener al menos cuatro años de acreditación.
El ministro admite que deberá haber un período de “transición” para aquellas instituciones que van a quedar “en el limbo”, las que durante un par de años (2 ó 3 como máximo) podrán apelar a un estado intermedio (acreditación de 3 años) para recibir beneficios del Estado mientras logran los 6 años.
“Aún no está definido completamente Ésto, y dependerá de la interacción que logremos con el grupo de expertos de la OCDE que visitará Chile. Lo claro, sí, es que la exigencia subirá fuertemente”, anuncia.
Lo otro que menciona como urgente de reformar, dice, es “que las agencias que acrediten lo hagan sobre estándares precisos para que cuando evalúen a una institución tengan el mismo criterio, independiente de qué agencia es la que está acreditando. Hoy no es así”.
Asimismo, considera básico que la acreditación institucional sea obligatoria, aunque admite que tiene serias dudas en torno a si todos los programas (carreras) debieran acreditarse porque son más de 4 mil, con el consecuente costo económico que ello implica: “Quizás hay que acreditar áreas más que carreras, y vincular la acreditación a indicadores de resultados y no solo de procesos como es actualmente”.
Señala que el actual sistema de acreditación “en degradé” -de 1 a 7 años- “genera una presión muy fuerte al estar ligado al financiamiento de los estudiantes. Muchas agencias dicen si no acredito, los alumnos no tienen crédito, así que acredita por 1 o 2 años . Hay que avanzar hacia algo más categórico: se acredita sí o no, y evaluar si seguirá vinculado al financiamiento “.
Rectores
Ante un gran número de rectores pertenecientes al Consejo de Rectores (CRUCh), el ministro de Educación Harald Beyer, llamó a ese organismo a incorporar nuevos instrumentos de admisión a las universidades chilenas, que sean complementarios al sistema actual basado en la Prueba de Selección Universitaria (PSU) y las Notas de Enseñanza Media.
El llamado del ministro se produce a menos de una semana que el CRUCh se reúna en la USACH para resolver si incorporará en el proceso de admisión 2013 el ranking de notas de Enseñanza Media.
En enero, el Consejo anunció que evaluaba incorporar no sólo el ranking si no también un ensayo escrito al actual sistema.
En el seminario -Conferencia Internacional sobre Admisión a la Educación Superior: Mediciones Coplementarias- autoridades de gobierno y de los planteles debatieron sobre tres opciones: el ranking de notas de Enseñanza Media, el ensayo escrito y las mediciones de capacidades no cognitivas.
Se expusieron 9 experiencias nacionales que ya han testeadas y se incluyeron exposiciones de estudios de cómo se realiza la admisión universitaria en otros países.