
Un funcionario del Ministerio de Ciencias explicó que no había sentido la necesidad de retransmitir los mapas, porque no podía juzgar la confiabilidad de las medidas, de acuerdo a explicaciones que ofreció a la prensa.
Finalmente fue el departamento de Energía de Estados Unidos que tornó públicos los mapas varios días más tarde en territorio estadounidense, con la convicción de que podían ser útiles para coordinar la evacuación de personas próximas al área de Fukushima.
“Es lamentable que los datos no hayan sido compartidos ni utilizados en el gobierno, y pedimos disculpas a todas las víctimas”, dijo el ministro de Industria, Yukio Edano, de acuerdo a declaraciones que reprodujo la versión electrónica del diario Sankei.
Durante la crisis, Edano era el vocero del gobierno japonés y se encontraba en el centro exacto de la difusión de informaciones al público.
Medio ambiente
Por su parte, el ministro de Medio Ambiente, Goshi Hosono, admitió que el hecho que la célula de crisis montada en ese momento no haya sido capaz de utilizar los datos constituía un enorme problema.
La central nuclear de Fukushima fue gravemente afectada por el terremoto y el devastador maremoto que sacudió el noreste de Japón el 11 de marzo de 2011.
En los días siguientes se produjeron explosiones que destruyeron la central nuclear y provocaron la dispersión de material radiactivo en la atmósfera de toda la región.
El 18% de los cerca de 86 mil evacuados por la crisis nuclear desatada en la central de Fukushima no podrá regresar a sus casas por la alta radiación hasta al menos 10 años. Según las estimaciones del Ejecutivo japonés, la radiación en las zonas colindantes a la maltrecha planta mantendrá también alejados de sus casas y municipios al 32% de los evacuados al menos hasta 2017, informó la cadena nipona “NHK”.