
Padres y familiares
Pero ayer, a partir de las 14.15 horas, los soldados vivieron la etapa más emotiva dentro del ritual castrense: el Juramento a la Bandera.
La tradicional actividad, realizada en la Base Chabunco, fue presidida por el comandante en jefe de la IVª Brigada Aérea, general Eduardo Peña. A las 13.50 horas arribó a Punta Arenas el avión que dispuso la Fuerza Aérea para los padres y familiares de los soldados venidos de otras partes del país y que realizan su servicio militar en esta austral unidad.
El reencuentro fue muy emotivo porque puso fin a una separación de más de cuatro meses, desde que sus hijos ingresaron a las filas de la FACh.
El comandante de escuadrilla, capitán de bandada, Rodolfo Sepúlveda, ofreció el discurso, donde resaltó el compromiso de los jóvenes con su Patria.
Ari Opazo Araya, de 19 años, uno de los jóvenes que ayer juramentó (en la foto con su familia), dijo que fue un momento muy especial en su vida y que se siente orgulloso del paso que dio. “Voy a cumplir cuatro meses en Punta Arenas y fue una tremenda sorpresa encontrarme con mis padres y hermanito (de dos años)”, dijo. Más que el frío es el distanciamiento con la familia lo que más le ha costado superar, indicó.