El fabricante alemán Audi presentó su primer modelo de la familia S propulsado por un motor diésel. Se trata del SQ5 TDI, que monta un motor de 2.967 cc, capaz de entregar 313 caballos de potencia. El propulsor de este vehículo, que va de 0 a 100 km/h en 5,1 segs. y cuya velocidad punta controlada electrónicamente llega a 250 km/h, ha sido concebido como biturbo.
En promedio, este nuevo SUV consume 7,2 litros cada 100 km, una cifra ayudada por la innovadora gestión térmica, el sistema start/stop, y la bomba de aceite regulada.
La caja de cambios tiptronic de ocho relaciones y la tracción integral permanente quattro con su gestión de par individual para cada rueda se encargan de transmitir la fuerza del potente diésel V6 a la calzada.
En tanto, la dirección del Audi SQ5 TDI es de accionamiento electromecánico, mientras que el tren de rodaje deportivo rebaja la altura de la carrocería en 30 milímetros.
Sus llantas de serie en diseño de cinco radios paralelos presentan 20 pulgadas de diámetro e incorporan neumáticos en el formato 255/45. Y se ofrecen como opcional llantas de hasta 21’’.
Las pinzas de freno del eje delantero son de color negro y presentan placas con el emblema S. A petición del cliente, el sistema opcional de dinámica de conducción Audi Drive Select puede ampliarse con la dirección dinámica y su relación de transmisión variable.
En cuanto al diseño, llaman la atención especialmente la parrilla Singleframe en gris platino con sus barras dobles galvanizadas en óptica de aluminio, el alerón del techo y el parachoques modificado.