
• Valoramos la propuesta de la CUT de un piso salarial de $ 250.000 más un componente para los trabajadores de la región de Magallanes de un 30% quedando entonces en $ 325.000 lo que solicitamos. Quienes vivimos en esta zona sabemos lo difícil que es vivir con dineros que no se ajustan a los altos costos de vida, manteniendo además, una pobreza encubierta. Ante todo somos dignos y nos molesta tener que soportar las abismantes desigualdades que se nos ha ido imponiendo con el libre mercado, induciendo a los más desposeídos a tener que mendigar para su subsistencia. No podemos vivir de una variedad de bonos cuando la realidad demuestra que ello sólo es una solución parche y populista, mientras las familias vivimos endeudándonos para mantener la olla y pagar las cuentas.
• Decimos que SÍ, “Chile debe ser distinto”, igualitario, donde las riquezas sean repartidas en base al progreso del país a través de sus regiones, y no seguir amedrentando, condicionando y esclavizando las trabajadoras y trabajadores.
• Tenemos hoy la responsabilidad en nuestras manos de empujar al gobierno a cambiar esta situación. El crecimiento económico del país se basa en la clase trabajadora para el desarrollo y la realidad es que el actual salario mínimo sólo busca justificar la mano de obra barata establecida por el sector empresarial.
• Hacemos un llamado a la comunidad toda, a apoyar esta demanda entendiéndola como un derecho de todos los trabajadores y sus familias, de los jóvenes y niños de este país, vivir en paz.
• Convocamos a las trabajadoras y trabajadores este 5 de julio en el gimnasio de la ANEF, en Pedro Montt 950 a las 18.00 horas, a manifestar nuestras demandas y movilizarnos por un salario mínimo justo.