Ayer fueron repatriados desde Argentina los restos de Juana Vargas Cunquel, de 73 años, asesinada el viernes de tres puñaladas en Río Gallegos por el sobrino nieto de su fallecida pareja, de 27 años, apodado “Rulo”. Su hija Juana Traba Vargas pide que se aclare el crimen y que se haga justicia, ya que las circunstancias aún no han sido informadas oficialmente por la policía argentina.
Sus restos están siendo velados en la Iglesia Metodista Pentecostal, de calle Errázuriz, entre Armando Sanhueza y Avenida España, en Punta Arenas. Al lugar ha concurrido más de un centenar de personas para expresar sus condolencias y entregar apoyo espiritual.
El agresor permanece internado en calidad de detenido en el Centro de Salud Mental de Río Gallegos, ya que tras cometer el homicidio intentó suicidarse.