
Sus restos están siendo velados en la Iglesia Metodista Pentecostal, de calle Errázuriz, entre Armando Sanhueza y Avenida España, en Punta Arenas. Al lugar ha concurrido más de un centenar de personas para expresar sus condolencias y entregar apoyo espiritual.
El agresor permanece internado en calidad de detenido en el Centro de Salud Mental de Río Gallegos, ya que tras cometer el homicidio intentó suicidarse.