
Pero la postulación no prosperó y tampoco la partida a la Región de Valparaíso. Para los padres de Ricardo Harex la noticia les trae consuelo y tranquilidad, porque han sido testigos de cómo la ministra en visita ha dedicado un tiempo valioso a la investigación que sus pares le encomendaron. Con la partida de la jueza temieron un retroceso en lo que ella ha logrado avanzar, desde abril de 2011.
Investigación
La ministra Pinto declinó entregar mayores antecedentes respecto a la investigación que lleva adelante, tendiente a poder aclarar la enigmática desaparición del estudiante del Liceo San José, Ricardo Harex González, desde octubre de 2001.
“Tengo muy avanzada la investigación y continúo trabajando intensamente estos días, siempre con el apoyo de la Policía de Investigaciones”. Dijo que
está redoblando los esfuerzos para dar con el mayor número de personas que desde octubre del año pasado, cuando dictó una resolución de ordenamiento del proceso, fueron citadas a declarar. Unas 97 aproximadamente, de las cuales no todas son un aporte a la investigación, pero otras sí. “Como no se sabe por dónde puede salir mayor información estamos liquidando esa fase, de completar los detalles, tarea que no es menor”, indicó la ministra.
La mayoría de estas personas están esparcidas por Chile y por eso ha tenido que pedirle colaboración a otros tribunales y cuando los citados llegan debe estar atenta para sugerir alguna pregunta que solamente ella puede formular, dado el conocimiento que tiene de la investigación.
Marta Pinto destacó una vez la colaboración que le ha brindado la Policía de Investigaciones de Punta Arenas, a través de su Brigada de Homicidios, con dos funcionarios que están dedicados a tiempo completo a la investigación.
Once años
El próximo 19 de octubre se cumplen 11 años de la desaparición de Ricardo, lo que hasta los días de hoy continúa representando el enigma más grande de los archivos policiales en Magallanes.
La tarde del 19 de octubre de 2001 el estudiante salió de casa, se despidió de su mamá, Margoht González, y se juntó con unos amigos para dirigirse a una fiesta de cumpleaños, en un quincho del Barrio Croata. Después de abandonar el recinto, de madrugada, se le perdió la pista y nunca más se supo de él, hasta los días de hoy. A la ministra Pinto le ha correspondido recopilar todos los antecedentes. Incluso diligenció una reconstitución de escena y en más de una ocasión ha salido de la región a tomar declaraciones, incluidos algunos carabineros de la época que algún vínculo tuvieron con el caso. Además habló con el obispo emérito Tomás González, porque en medio de la indagación salió a relucir muy fuerte la figura del sacerdote salesiano, Rimmsky Rojas, que en esa época estaba en el Liceo San José de Punta Arenas y que hace un tiempo se quitó la vida, con posterioridad a una denuncia que surgió en su contra, en la ciudad de Valdivia.