Jessica Tapia Leiva nunca imaginó que por ir al hospital clínico a entregar un examen terminaría internada en Traumatología, producto de una violenta caída en la escarcha, nada menos que a la entrada del Hospital Clínico de Magallanes. Según testigos, ayer temprano, en algunos sectores, la explanada del recinto se presentaba muy resbaladiza, producto de las bajas temperaturas.
Tapia llegó al centro asistencial muy temprano, con su hijo de 10 años, y fue directo al laboratorio a entregar una muestra solicitada. Posteriormente, encaminó sus pasos a la farmacia del hospital, donde luego de una espera relativamente prolongada, abandonó el recinto por la puerta principal de ese sector, al lado del kiosco, y caminó por la diagonal que conduce al punto de salida de los buses Movigas.
“Cuando voy llegando al escalón, producto de la escarcha se me va el pie, y como iba cargando la mochila de mi hijo, camino a tomar la micro seis, me caí y el dolor fue tremendo”, comentó a Diario El Pingüino la mujer, lo que posteriormente sería corroborado por el médico del Servicio de Urgencia, que diagnosticó una fractura de tobillo y peroné.
“La gente pasaba y me veía tirada en el suelo, sin saber qué sucedía, con mi hijo angustiado. Hasta que llegó un guardia (Juan Catalán) y una mujer del mismo servicio, quienes fueron a buscar una silla de ruedas. Ambos me ayudaron a subir, mientras yo apretaba la zona que me dolía muchísimo”.
La llevaron a la Urgencia y la pasaron directo a los box de atención. El médico de turno le pidió que se subiera a la camilla, “pero yo no hacía más que apretarme la zona del dolor, con mis dos manos. Le expliqué al doctor que era imposible subirme sola, pero él insistía en que lo hiciera, hasta que me entró la angustia y el estrés hizo que me alterara y me salí de madre”. Por eso después la definieron como “paciente conflictiva”, según señaló la mujer.
Luego, con la ayuda de una auxiliar y haciendo un doble esfuerzo pudo pasarse de la silla a la camilla. En ese momento el doctor le señala: “Ve que se podía subir”, comentario que Jessica tilda de irónico e innecesario.
Pese a ser bastante cuidadosa, como peatona frecuente, nunca se había caído en el invierno y esto que le sucedió ayer le trastocó todo el sistema, sobre todo con su hijo, que no tiene con quien dejarlo. Ayer la notificaron de que la operarían en la tarde.