Sólo 149 personas viven en la comuna de Río Verde, en la Región de Magallanes, según los datos preliminares del Censo 2012. Es la segunda comuna con menos habitantes del país. Unicamente en la Antártica, donde se contabilizaron 115 residentes, hay menos gente en forma permanente. La diferencia entre ambas es que, mientras la Antártica creció en un 325% respecto del Censo 2002, Río Verde tuvo una baja de un 46,4% en este lapso. Ya entre el censo de 1992 y 2002, la baja había sido de un 10,6%.
“En Río Verde, el paisaje es maravilloso, pero si uno quiere comprar una casa, no hay terrenos disponibles (porque pocos propietarios poseen gran cantidad de hectáreas) y este año, sólo una persona ha tenido un hijo”, relata Pedro, un vecino que ya suma 12 años en la comuna, que está a 87 kilómetros al norte de Punta Arenas.
Dinah Macleay, concejala de Río Verde, agrega que “hace 15 años el colegio tenía internado y unos 60 alumnos, pero ahora hay dos o tres, la población se ha envejecido”. Las expectativas están en la instalación de faenas mineras, que traerán 500 puestos de trabajo, dice.
De las 346 comunas del país, 106 experimentaron un decrecimiento de su población. De ellas, Río Verde y otras nueve enfrentan el escenario de tener menos de mil habitantes y una variación negativa de su población.
A esto se suman seis casos donde el decrecimiento llega al punto en que se pueden encontrar más casas que personas, como en Río Verde.
En la Región de Magallanes es donde se concentra la mayoría de los casos de fuerte decrecimiento de población. A Río Verde se suma Laguna Blanca, con 221 habitantes; San Gregorio, con 471; Primavera, con 542, y Timaukel, con 241. A éstos se agrega Torres del Paine, con 179 ocupantes. En este último caso, la baja entre ambos censos fue la mayor del país, con un 63,8%.
En Aysén, el único caso esLago Verde, donde hay 854 habitantes.
En el otro extremo del país, en la Región de Arica y Parinacota, se dan dos casos: Camarones tiene 634 habitantes, con una disminución de 36,5%, y en el caso de General Lagos, la población llega a 661 personas, con un descenso de un 24,8%.
El caso de Ollagüe
La Región de Antofagasta presenta un caso. Correspondiente a Ollagüe, donde la población suma 256 habitantes y decreció un 10,5%. En esta zona, a 3.200 metros de altura, el invierno les depara hasta 20 grados bajo cero.
Según cuenta el alcalde José Cid, la comuna fundada en 1979 llegó a tener cinco mil habitantes. “Se descubrió un sustituto del azufre y la última azufrera cerró el 2002. Ahí emigraron 500 personas. La baja de población es un poco por el tema laboral y también por la educación: tenemos una escuela básica y después los niños deben emigrar a la ciudad y arrastran a la familia. Esto, a pesar de que tenemos una población flotante de entre 500 personas, porque estamos haciendo trabajos de pavimentación en la ruta”, explica.
En la comuna, ubicada a 215 kilómetros de Calama, tienen esperanzas en revertir la situación. “Queremos apostar a que vamos a repoblar con mejoras en la ruta, y desarrollar el turismo con nuestros paisajes maravillosos. Estamos luchando por sobrevivir”, dice el alcalde.
En el caso de Lago Verde, la conectividad es una de las complicaciones, pues están a 2.500 metros de la frontera con Argentina. Jorge Parra, alcalde (S), explica que “los niños tienen que irse a estudiar afuera y luego se llevan a la familia. Acá no hay empresas y si quieren combustible tienes que andar 150 kilómetros”.
Cambio metodológico
Para Anahí Cárdenas, alcaldesa de Torres del Paine, la cifra que dejó a su municipio como el que tuvo el mayor decrecimiento de población, no da cuenta de la realidad.
Esto, pues el Censo cambió la pregunta respecto de dónde durmió la última noche, modificándola por cuál es la residencia habitual. “Nos perjudicó el cambio de metodología. El Censo no refleja la cantidad de población flotante que viene a trabajar por temporada y hay gente que no fue censada”, advierte.
Similar crítica hace el alcalde de Camarones, Iván Romero, comuna donde se contabilizaron 822 viviendas, superando el número de habitantes: “Nuestra comunidad se confundió con la pregunta. Tenemos una población flotante inmensa. En Camarones ahora hay 50 personas, pero para el desfile llegan tres mil”.
Dice que es un tema que les preocupa y que confían revertir esta baja con proyectos mineros y desarrollando un turismo que explote el patrimonio de la cultura chinchorro.