Las movidas y enroques de los candidatos

General
18/09/2012 a las 11:30
Los comicios del 28 de octubre se acercan a pasos agigantados y de ahí a diciembre, sólo un suspiro.
Como niños en su primer día de clases, el jueves 6 de diciembre los nuevos jefes comunales deberán asumir funciones, haciendo su ingreso al “Palacio de los Alcaldes”, el José Montes. Una primera jornada que, de seguro, estará marcada por el ajetreo propio de los saludos y del comenzar a imponerse de la tarea dejada por la anterior administración. Y aunque, con seguridad, a esa altura los equipos estarán bien definidos, la llegada de los “hombres de confianza” ocurrirá en horas posteriores a la asunción de la nueva autoridad municipal. Tal como ocurrirá luego con la ¿decena? ¿veintena? ¿treintena? de colaboradores bajo honorarios.
En la conformación de los equipos, el nuevo alcalde deberá considerar, de acuerdo con el artículo 47 de la Ley Nº 18.695 Orgánica Constitucional de Municipalidades, cuatro cargos de confianza: secretario comunal de Planificación, jefe de la Unidad de Asesoría Jurídica, jefe de Desarrollo Comunitario (Dideco) y aquellos relacionados con Salud y Educación. Se incluye también, en el caso de Punta Arenas, la administración del Cementerio Municipal. Además, debe considerarse la designación del nuevo secretario general de la Corporación Municipal una decisión que en rigor debería corresponder al directorio de la propia entidad. No obstante, siempre pesa la propuesta del alcalde. La excepción fue el actual secretario, Orlando Estefó, quien se impuso a través de concurso.
Las “movidas”
Jugando al juego de la ficción, especulaciones y predicciones, algunos nombres ya comienzan a aparecer en el tablero de ajedrez de los candidatos al sillón alcaldicio.
En el caso de la representante de la Alianza, Sandra Amar, basta mencionar a algunos de los profesionales que hoy aparecen como sus colaboradores más cercanos: el ex secretario de Vivienda y Urbanismo, Christian Matheson, y el consejero de Renovación Nacional (RN), Daniel Waissbluth Hayne. También, y por qué no, el ex intendente Arturo Storaker (UDI) y el concejal Antonio Ríspoli (UDI).
Algo más definido parece estar la situación en el lado del independiente Roberto Sahr Domian. La intención del hoy concejal es mantener en sus cargos a los actuales funcionarios municipales, aunque en rigor evalúa con nota positiva lo efectuado por Luis Antonio González, funcionario de carrera a cargo de la Secretaría Regional de Planificación, y por el jefe de la Unidad Jurídica, el abogado Rodrigo Gatica.
Para la Cormupa apunta a la designación de un profesional de las finanzas, un ingeniero con hartos posgrados como números rojos tiene la entidad.
Donde seguro primará el juego de las negociaciones es en el caso del candidato opositor Emilio Boccazzi Campos, quien deberá responder al respaldo que le entregan los partidos de su sector: Partido Por la Democracia (PPD), Partido Demócrata Cristiano (PDC), Partido Radical Social Demócrata (PRSD), Partido Comunista (PC) y Partido Socialista (PS). Al menos un representante por colectividad debería llegar a un cargo de confianza o mantenerse, como en el caso del actual administrador del Cementerio Municipal de Punta Arenas, el radical Alfredo Miranda.
Algo más incierto aparece el caso del independiente Manuel Uribe Álvarez. Claramente, y luego del encuentro sostenido con los dirigentes de la Asemuchpa, su intención es priorizar a los funcionarios de carrera y sólo efectuar cambios que resulten estrictamente necesarios, al menos antes de una primera evaluación.
El enroque
Pero como en el ajedrez el Rey (el alcalde) y su Torre (el municipio) tiene la facultad de recurrir al enroque.
En el caso de Sahr, uno de sus colaboradores y amigo declarado es “El Patriarca” Vicente Karelovic (RN). En caso de no resultar electo concejal por Punta Arenas, aparece como carta segura para ser uno de los hombres de confianza.
El ex diputado sabe de dirigir (fue gerente bancario) y aunque el cargo de administrador municipal no aparece en la ley como de exclusiva confianza, su designación igual corresponde al jefe comunal.
Similar situación pudiera darse con Antonio Ríspoli. De no resultar reelecto, el “concejal del deporte” (las multicanchas y plazas realizadas están a la vista), lleva un paso adelante como hombre de confianza de Sandra Amar Mancilla. Desde el inicio de campaña ha sido su colaborador más estrecho y pilar fundamental de la campaña.
En el caso de los concejales de la Concertación, los democratacristianos José Aguilante y José Saldivia y el socialista Mario Pascual, ninguno aparece como cercano a Emilio Boccazzi.
En el caso del abanderado opositor la movida sería algo más arriesgada. La concejala Claudia Barrientos (PPD) podría convertirse en secretaria general de la Corporación Municipal o directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario (Dideco), para lo cual debería renuncia a su lugar en el concejo. Eso significaría, siempre en el juego de los números y especulaciones, que su puesto sería ocupado por un compañero de subpacto (la segunda mayoría): Marcelino Aguayo, Danilo Villegas o Andro Mimica.
Aunque para esto último debe darse lo que establece el denominado Manual del Concejal, que habla de una renuncia por motivos justificados y de la siempre onmipresente vista de la Contraloría.

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