Hace justo un año que la comunidad del Edificio Don Bosco tuvo un abrupto despertar. Eran pasadas las 7.30 horas de la madrugada cuando una falla eléctrica daba paso a lo que después muchos llamarían “infierno en la torre”. Bomberos se encontró con un dantesco siniestro en los departamentos 101 y 111, del décimo y undécimo piso respectivamente, los cuales fueron envueltos en llamas. Los ocupantes de los 60 departamentos del edificio de Diagonal Don Bosco, construido en la década de 1970, fueron evacuados. Las llamas salían al exterior con mucha fuerza, producto de que ese día las rachas de viento superaban los 90 kilómetros a la hora. El voraz siniestro destruyó cuatro departamentos.
Escenas de mucho pánico protagonizaron los inquilinos, que fueron desalojados por Bomberos y algunas personas que ayudaron a agilizar el proceso. “Como el carabinero Marcelo Maureira”, según lo destaca Juan Crema, uno de los residentes del piso 9 del edificio Don Bosco.
En este primer año, Crema recuerda: “Ese día desperté como diez para las siete de la mañana porque sentí olor a cable quemado. Recorrí todo el departamento, pero no había nada. Medio dormido voy a mirar a la ventana y le digo a mi señora parece que se está quemando algo por aquí cerca, cuando de repente nos dimos cuenta que era un departamento, muy cerca del nuestro”. Me puse los pantalones, me vestí a la rápida y recuerdo que le digo a mi señora: arréglate como puedas y yo salgo a despertar a los vecinos. Al del departamento de abajo le digo apúrate que se está quemando el edificio y me responde: “Yaaa, me estás leseando”.
Ahora toma lo sucedido como una anécdota, pero en su momento Crema reconoce que la sufrieron bastante. Lógicamente que el incendio marca un antes y un después para los residentes. Y no sólo para ellos, que tuvieron que adoptar nuevas medidas de seguridad, sino también para Bomberos, que por primera vez combatía un incendio a tanta altura y con mucho viento.
Algo parecido señala uno de los vecinos más antiguos del edificio, Renato Godoy, que el 18 tuvo un despertar inusual y que debió sumarse a la evacuación, porque él vive en el piso 15. En ese punto el espeso humo tapaba los ventanales.
Falla eléctrica
En febrero la fiscal Wendoline Acuña estableció que los hechos no fueron constitutivos de delito, así que aplicó la facultad de “no iniciar investigación”. Una sobrecarga eléctrica fue lo que en definitiva desató el siniestro en el emblemático Edificio Don Bosco, y por eso la fiscal aplicó la facultad de “no iniciar investigación”, porque después de cuatro meses de investigación estableció que los hechos no fueron constitutivos de delito. “La causa está terminada”, respondió en ese momento. Explicó que “el origen del fuego estuvo en un arco de voltaje, en una extensión de corriente, en uno de los departamentos (101), porque había un alargador, conectado a la pared, y éste a su vez a un computador, lo que generó una sobrecarga en la electricidad y ello dio origen al fuego”. Por lo tanto, añadió, “se trata de una combustión de termoplásticos accidental, sin intervención de terceros”.
Falla en departamentos
Adrián Valdés, jefe del Departamento de Investigación de Incendios del Cuerpo de Bomberos, dijo que el informe que entregaron concluye que “la zona de origen del fuego se encontró en una zona baja de una dependencia destinada a estudio de música (departamento 101), donde había una extensión de corriente, que comúnmente llamamos alargador. En los equipos que estaban conectados a este alargador se produjo un arco voltaico (o arco de alto voltaje), que produjo la combustión tanto de los revestimientos plásticos como elementos que están a su alrededor”.
Aún cuando a la institución le pidieron establecer la causa basal del incendio del departamento que ocupaba Luigi Esparza, en forma simultánea establecieron que hubo una falla eléctrica, “que lo más probable es que haya provenido del exterior hacia el interior del edificio y haya caído en estos dos departamentos. Claro que como un acto fortuito, no intencional. Por eso nuestra investigación se limitó a la falla del departamento 101, pero además de eso se señaló que hubo una falla en el departamento 102”.
Nueva red eléctrica
Como lección del incendio, el conserje dice que “no hay mal que por bien no venga, porque esto permitió cambiar toda la instalación eléctrica. Se hizo de nuevo y con malla a tierra, que el edificio no la tenía. Además, todos los departamentos se fueron adecuando a instalaciones con la máxima seguridad y tecnología del momento”.