
La zona geográfica se debe a que 32 de los 37 casos han sido registrados en la Región Metropolitana.
Esta medida, aseguró Díaz, pretende prevenir, a mediano plazo, los casos de meningitis en menores de cuatro años. Las vacunas estarán disponibles en distintos centros asistenciales, en aproximadamente dos semanas. Esto, luego de que pasen los controles de calidad del Instituto de Salud Pública. No tendrán costo para el grupo de riesgo seleccionado.
Cepa peligrosa
Según Díaz, esta cepa es “la más peligrosa dentro de los distintos tipos de meningitis, es más severo en cuanto a síntomas y produce mayor daño en los afectados”.
El último resumen estadístico del ministerio indica que, hasta la semana 39 de 2012, un 20% de los casos de meningitis W-135 ha terminado en fallecimiento.
En términos generales, esta temporada las meningitis bacterianas por meningococo han aumentado respecto del mismo período del año pasado. Hasta la semana pasada, los casos se elevaban a 87, concentrados principalmente en la Región Metropolitana, Concepción y Valparaíso.
Durante el año pasado, los casos de meningitis no sobrepasaron las 74 personas, un 16% menos que este año.
A pesar de que la meningitis no está cubierta por el Plan Auge, el subsecretario aseguró que los centros de asistencia pública están capacitados para atender esta enfermedad y que esta “requiere de una atención de urgencia”.
Sin embargo, la meningitis no sólo se debe tratar en el paciente. La autoridad aseguró que para el entorno familiar de la persona infectada con esta enfermedad hay tratamientos especiales, consistentes en antibióticos.
La enfermedad
La meningitis es la inflamación de la meninges, membrana que recubre el cerebro. Puede dejar secuelas graves e incluso causar la muerte.
Esto dependerá de factores tales como la demora en la atención al paciente y el tipo de agente que la causa. Este puede ser un virus, una bacteria o un hongo.
El subsecretario subrayó que alguien puede ser portador asintomático y transmitir la enfermedad por la saliva. Por ello, recomendó “taparse la boca con el antebrazo al estornudar, lavarse constantemente las manos, ventilar las casas y no usar contaminantes, como el cigarro, al interior del hogar”.