Si quiere entrar al ruedo político piénselo una, dos, tres y hasta cuatro veces. Mire a su alrededor, su billetera, sus amigos, y vea si puede "arrimarse" a un buen partido.
De lo contrario debe desistir. Sepa usted que la política es cara, los recursos siempre escasean y hoy los mecenas, chequera en mano, no se encuentran a la vuelta de la esquina, ni en las sedes políticas, ni en mitines, ni en las plazas.