Los tres reos de alta peligrosidad, quienes cumplen condenas por homicidio, se habían fugado desde la cárcel de Río Grande el miércoles 17 de octubre, emprendiendo su huida hacia tierras chilenas por un paso no habilitado. Posteriormente cruzaron en barcaza por el sector de Punta Delgada, llegando hasta Punta Arenas, donde fueron capturados por personal de la Brigada Investigadora del Crimen (Bicrim) de la PDI.
Claudio Fabián Bórquez Cárdenas, de 38 años; José Luis Cancino Saldivia, de 27 y Daniel Eduardo Villegas Gallardo, de 26, fueron detenidos en las inmediaciones de la Población Juan Pablo II, donde el martes recién pasado se les controló la detención. En esa ocasión la fiscal Alejandra Guevara solicitó la ampliación para recabar mayores antecedentes.
Ayer en el Juzgado de Garantía de Punta Arenas la abogada de la Intendencia, Ruth Bravo, señaló en la audiencia que declinaba a una querella en contra de los fugitivos por “ingreso clandestino”.
La fiscal Alejandra Guevara señaló que el Ministerio Público solicitó el sobreseimiento de la causa. “Al desistirse de la querella, la ley establece que eso es una causal de extinción de responsabilidad penal, es decir, de término de perseguir alguna responsabilidad por el ingreso al país, por lo que la fiscalía pidió el sobreseimiento definitivo del caso por una causa legal”.
El subcomisario Edilio Gacitúa, jefe del Departamento de Extranjería de la PDI, señaló que el traslado de los tres fugados se realizó en tres carros policiales hasta el cruce de San Sebastián, en Tierra del Fuego. “Se realizó las coordinaciones con el Departamento de Migración y Gendarmería argentina, para que a la llegada de nuestro personal policial estén esperando a los reos para su entrega. Ellos una vez en su país no pueden volver a ingresar a Chile nunca más”.