“Ni una cuchara salvamos”, dijo la pareja de la mujer, José Pérez Oyarzún, un hombre que frente a la adversidad de perderlo todo responde con un gran optimismo. Por segunda vez Elba Pino sufre la traumática experiencia de perderlo todo en un voraz incendio. Ayer se le vinieron a la cabeza los recuerdos de hace más de una década, cuando en la misma calle José Miguel Infante Nº 0514, entre Paula Jaraquemada y Lastarria, del barrio 18 de Septiembre, un siniestro de proporciones redujo a cenizas la vivienda que con tanto esfuerzo logró levantar en esa época (más antecedentes en Diario El Pingüino).