
Además, en el lugar, específicamente en Isla Marta, existe una importante lobería, que habitan más de mil ejemplares. A un par de horas del Estrecho de Magallanes, se encuentra uno de los sitios de nidificación más grandes del Pingüino de Magallanes en el mundo. Ubicado en el Monumento natural Los Pingüinos, constituido por las Islas Magdalena, de 85 hectáreas, y Marta, de 12 hectáreas, se puede encontrar la colonia de aves que, a partir de septiembre de cada año, se reúne en la isla para preparar su nido, y procrear las nuevas especies.
El último censo de abundancia estimativo, registrado en 2007, constató la presencia de al menos 69 mil parejas junto a sus polluelos, cifra que reflejó un aumento, con respecto a los efectuados en años anteriores. Según señala Alejandra Silva, profesional de Conaf, demuestra que el hábitat continúa siendo favorable para el desarrollo de estas aves acuáticas. Si se suman los ejemplares juveniles y pichones, la población se calcula en 350 mil, la segunda más importante a nivel mundial.
Neftalí Arriagada, administrador del recinto, detalla que junto a tres guardaparques de Conaf, son las únicas personas que residen en isla Magdalena. Entre sus tareas están monitorear el área, efectuar patrullajes, y proteger los recursos naturales.
En tanto, en isla Marta, donde se encuentra una importante colonia de lobos marinos de un pelo y fino de dos pelos, que ascienden a más de mil ejemplares, no hay permiso de desembarco, habiéndose instalado hace unas semanas boyerines, para que turistas y pescadores no se acerquen a más de 70 metros del borde costero.
Las empresas turísticas viajan casi a diario hacia la zona, dependiendo de las condiciones climáticas, siendo aproximadamente 20 mil turistas los que se acercaron al área protegida el año pasado. Y de este total, poco más del 10% son nacionales. De acuerdo con Arriagada, esta alta cifra no ha generado un impacto significativo en la especie, ya que existen lugares específicos por donde pueden transitar los visitantes.
Nidificación
En isla Magdalena los pingüinos crean sus nidos en cuevas. En cambio, en otras áreas, anida en los bosques entre las ramas y troncos caídos. En otras ocasiones nidifica bajo los arbustos y en ciertos relatos se mencionan parejas anidando hasta en el descampado. El periodo de reproducción se inicia en septiembre, momento en que depositan los huevos en el suelo, a los que no le añaden ningún material suave como hojas o hierba. La nidada usual cuenta de dos huevos que incuban ambos padres por unos 40 días, siendo también ambos padres quienes cuidan y alimentan a los pichones. Hacia finales de enero y febrero los jóvenes ya se valen por sí mismos, y en abril, los adultos se marchan de las colonias, retornando en septiembre para iniciar la nueva temporada de cría.
Labor solitaria
“Un guardaparques tiene formación de estar en permanente contacto con la naturaleza”, expresa Arriagada, ante la pregunta si acaso es una labor solitaria. “Claro que es solitaria, pero uno está preparado mentalmente para este tipo de trabajo. Uno está preparado para cumplir con estas funciones porque además, hay un tema espiritual, de gusto por la naturaleza, entonces si bien es cierto la soledad está presente, uno la conlleva de alguna manera”, manifestó el administrador.