
Mariela Pérez Vivar y Claudia Fernández Meneses fueron encontradas inocentes de la acusación que presentó en su contra el fiscal Oliver Rammsy, sindicándolas autoras del delito de tráfico de pequeñas cantidades de estupefacientes y sustancias sicotrópicas. El veredicto pone énfasis en que toda la prueba que se presentó al juicio, incluido el testimonio de los funcionarios del OS-7 de Carabineros, dan cuenta que los hechos acontecieron el 31 de julio del año 2012 y no el 1 de agosto como lo presenta la acusación, y que fue la teoría de los defensores públicos Juan Ignacio Lafontaine y Cristián Opazo. Según los jueces, “la congruencia es un criterio que debe existir entre la formalización de la investigación y la acusación”.
Lafontaine basó su estrategia de defensa en evidenciar la existencia de una falta de congruencia en la acusación, “ya que el fiscal acusaba por hechos ocurridos en una fecha distinta y quedó establecido que el día de los hechos, por los cuales el Ministerio Público acusaba, mi cliente no realizó ninguna conducta reñida con la ley”.