
Sin embargo, en una entrevista que publicó el domingo el británico The Sunday People, el padre de la chica, Badri Singh Pandey, de 53 años, ha querido que “el mundo conozca su nombre real”.
“Mi hija no hizo nada malo, murió mientras se protegía a sí misma”, indicó.
“Estoy orgulloso de ella. Revelar su nombre dará coraje a otras mujeres que han sobrevivido a estos ataques. Encontrarán fortaleza de mi hija”, explicó.
Badri indicó además que aunque en un principio quiso ver “cara a cara” a los responsables de la muerte de su hija, finalmente había cambiado de idea.
“Ahora sólo quiero escuchar que los tribunales los han castigado y que van a ser colgados”, señaló el hombre, que admitió que quiere “la muerte para los seis”, a los que calificó de “bestias”.
El caso de la violación colectiva fue examinado nuevamente el sábado por la justicia para lanzar el proceso de los cinco acusados, mientras que el novio de la víctima, que fue testigo de la agresión, manifestó por primera vez su impotencia ante la crueldad de los agresores.