
La pesquisa tuvo que repetirse después de la dimisión de la jueza forense Suzanne Greenway, quien presidió la primera vista en octubre de 2011, por carecer de las calificaciones necesarias para ejercer el cargo en el Reino Unido.
Tras revisar nuevamente todas las pruebas, la nueva jueza forense encargada del caso en el tribunal de St Pancras, Shirley Radcliffe, dijo que la “diva trash del soul” murió de “toxicidad etílica”, agregando que el nivel de alcohol que tenía en el organismo estaba “comúnmente asociado a muerte”.
Durante la audiencia se recordó que Winehouse tenía 416 miligramos de alcohol por decilitro de sangre, una tasa de alcoholemia cinco veces superior a la permitida para conducir en el Reino Unido, que es de 80 mg.
La intérprete de “Rehab”, quien tenía un largo historial de problemas con las drogas y el alcohol, fue hallada muerta el 23 de julio de 2011 en su domicilio de Camden, donde la policía encontró tres botellas de vodka.
La autopsia no pudo establecer formalmente las causas del deceso, pero unos exámenes toxicológicos posteriores revelaron la presencia de alcohol.