Si bien en el papel el partido se veía fácil, no fue hasta el segundo tiempo que la “Rojita” logró capitalizar su dominio territorial.
El portero de los altiplánicos, Guillermo Vizcarra, se convirtió en la figura de la primera etapa al impedir en varias ocasiones la apertura de la cuenta.
Nicolás Castillo nuevamente fue la figura del partido y gracias a él se generaron la mayor cantidad de opciones de peligro a favor de Chile.
La jugada más clara del primer tiempo fue protagonizada por el jugador de Universidad Católica cuando, entrando por izquierda, puso un pase en el corazón del área para Diego Rubio, pero el portero boliviano, que juega en el Vitoria de Brasil, impidió la conquista con sus pies.
Más adelante, un centro desde la derecha, el sector más contundente del ataque chileno, fue conectado de manera perfecta por Castillo, pero Vizcarra controló con maestría. Antes de acabados los primeros 45’, el portero boliviano nuevamente se lució al atajar un potente disparo de Rubio.
Llegaron
los goles
y el apagón
A los 52’, el delantero del Sporting de Lisboa le devolvió la mano a Castillo, quien no perdonó para abrir la cuenta. La victoria era merecida y reflejaba la superioridad de los chilenos.
A los 75’ el partido se interrumpió debido a un apagón en el Estadio Malvinas Argentinas y en la reanudación Chile consiguió su segundo gol, obra de Cristián Cuevas en los largos minutos de descuento que dio el cuarto árbitro debido al retraso (99’).
Chile quedó primero del grupo A donde destaca la mala presentación de Argentina, que volvió a perder, esta vez ante Paraguay, por 2-1.