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Los dirigidos de Mario Salas volvieron a mostrar un fútbol muy táctico y ordenado desde el primer minuto. A los 8’ comenzaron las celebraciones en el Estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, gracias a la anotación de Cristián Cuevas.
Tal como había sido en el primer partido, las jugadas a balón detenido fueron claves para el equipo de Salas, ahora fue el defensor de Universidad de Chile, Igor Lichnovsky, quien con un certero cabezazo venció la resistencia del portero Cristitán Bonilla a los 33’.
Problema
de tarjetas
Una tónica que se ha repetido en esta Selección Chilena han sido las amonestaciones. En este partido Cuevas tuvo que abandonar antes el juego y más tarde tendría una baja todavía más sensible con la expulsión del portero Darío Melo, con lo que Franco Ragusa se debió colocar bajo los tres palos.
El único descuento colombiano llegó del penal (Juan Quintero a los 83’) posterior a la salida del arquero de Palestino, el volante Franco Ragusa tuvo que ir al arco en el último cuarto de partido y tuvo tiempo para una intervención providencial.
De seguir jugando a este nivel, el sueño de la “Roja” de estar en el Mundial de Turquía está más cerca que nunca.