Ahora la mujer entregó su relato, con la intención de que otras personas no sufran la misma pesadilla y para que se atrevan a denunciar. “Me agredía continuamente. Incluso después que cumplió una condena de 61 días de presidio volvió a la casa y me prometió que iba a cambiar. No fue así y volvió con lo mismo. Ahora me cortó los dedos de la mano, me tiró al suelo y me puso los pies encima, por suerte logré escapar.