Consultado sobre este tema, Marcelo Velásquez, director (s) del Departamento de Aseo y Ornato de la Municipalidad de Punta Arenas, detalla que en este parque, se está reforzando la limpieza en la época estival, siendo los lunes y “cuando se puede”, los viernes, los días en que se efectúa el aseo del lugar. Sin embargo, Velásquez dice que no siempre es posible controlar todo el basural: “Lamentablemente es una cosa cultural y de educación. Puedes tener el tacho al lado de donde tú estás, pero generalmente es más fácil tirar los restos a los lados”, manifiesta, añadiendo que la empresa encargada del retiro de la basura, Servitrance, tiene en esa área a disposición una batea para descargar los desechos: “Principalmente en el sector de Chabunco, la gente deja mucha basura. Hay varios receptáculos pero rebalsan rápidamente”.
Pero ¿qué hacer si estos receptáculos están llenos? Adoptar la sana costumbre de llevarse la basura de vuelta a casa. Así como se solicita en parques protegidos, los residuos deberían volver con quién los efectuó, para depositarse en la basura domiciliaria, antes que pase el camión recolector: “Todo el mundo alega que la ciudad está sucia, que hay mucha basura, pero no es la municipalidad la que está ensuciando, son las personas las que están diseminando sus residuos”, declara el titular.
Misma situación ocurre a lo largo de la Avenida Costanera del Estrecho: “Hay bastantes receptáculos para que se deposite la basura (…) pero así y todo la gente tiene la costumbre de dejar los restos de la basura en cualquier lugar y no se acercan a los puntos donde hay que depositarla”, expresa Velásquez.
De acuerdo a la ordenanza municipal, la basura debe estar localizada en un canastillo, o en un recipiente con asas, para facilitar el manejo de éste, la cual en su mayoría no se cumple. Considerando que la basura domiciliaria la genera cada vecino, quizás la comunidad debería reflexionar en cómo emitir menos desechos, y contribuir a una ciudad más limpia.