
Andrea Salazar, dueña del club que organizó el evento, cuenta que los padelistas quedaron “enamorados de la región” y no descarta que este evento se pueda volver a realizar el año que viene, durante la pretemporada de los deportistas.
“Quedaron con gusto a poco de conocer la región y conocer las Torres del Paine, así que ojalá vengan por más días”, aclara.
Sobre el evento, se declaró “orgullosa” y aseguró que gran parte de la motivación fue por su madre, de quien heredó el club.
Una exhibición histórica
“Para los que amamos el pádel fue algo nunca antes visto”, enfatizó. A su vez, destaca que tanto Díaz como Silingo estuvieron previamente en Argentina, pero quienes asistieron a esos partidos aseguran que “lejos el mejor partido había sido el de Punta Arenas”.
“Fue un partido que duró una hora y 20 minutos, donde cada uno de ellos mostró sus habilidades, obviamente que el número uno y seis del mundo, jugaron a un 50%, pero la verdad es que no se notó, porque los puntos fueron espectaculares”, explica Andrea Salazar.
“Realmente, para nosotros como club, fue un honor poder contar con estos grandes”, confiesa. Además, opina que lejos del carácter masivo que se le da en países donde el pádel es un evento de gran cobertura, “para nosotros fue un show privado porque en España ellos juegan en estadios. Llegan más de tres mil personas”, aclara.
Sin embargo, reconoce que acá “toda la gente que vino pudo ver un buen show, nadie quedó con el gusto a poco o decir, ‘pucha, donde yo estaba ubicado no vi bien’, no, todo el mundo que vino pudo ver perfectamente este espectáculo. Y la verdad es que nosotros estamos muy orgullosos”.
En la previa, clínicas
“Estuvieron entretenidísimas”, recuerda Andrea Salazar del club Lets Play Pádel. Y si bien reconoce que los precios no fueron muy económicos, aseguró que quienes pagaron por entrenar con uno de los mejores del mundo se llevaron la sorpresa de que tuvieron a Silingo y Díaz como profesores, por el precio de uno.
“Se quedan con ese recuerdo, de haber sido los únicos de haber jugado en Punta Arenas con el número uno y el número 6 del mundo”, asegura.