
La molestia radica en la forma en que se realizan las designaciones desde Santiago, donde, como dijo el ex intendente Arturo Storaker, al presidente nacional de RN, Carlos Larraín, sólo le cuesta sostener un encuentro con el Presidente Sebastián Piñera para que un cargo regional quede en manos de su partido, en desmedro de la UDI, como ya ha ocurrido en diversos puestos en los que ha habido cambio de titular, como Justicia, donde asumió Hans Gäbler; en Vivienda, con Homero Villegas y en la secretaría del Trabajo, con Víctor Haro, entre otros.
Para el ex intendente Arturo Storaker (UDI) “este es un conglomerado donde hay una alianza, y la alianza cada día está más debilitada. En las reuniones que he tenido con la directiva UDI habíamos discutido este tema y hay un malestar tremendo por la forma en la que se están haciendo los nombramientos en Santiago, saltándose absolutamente la opinión del intendente (Mauricio Peña y Lillo) y de los partidos políticos”. Agregó que deben existir “justos equilibrios” y que a la Unión Demócrata Independiente siempre le han gustado los ministerios sociales y las gobernaciones.
“Vemos que los nombramientos, finalmente, han sido para militantes de Renovación Nacional y esto está haciendo que uno de los socios esté quedando atrás. Si estamos en una alianza, un conglomerado, somos amigos y, por lo tanto, tenemos que discutir estos temas, porque las personas capaces existen en los dos lados y ese es un tema fundamental en la elección de cargos”, sostuvo.
Agregó Storaker que el “tráfico de influencia que se está produciendo está dañando a la región y esto va a traer secuela, un distanciamiento entre los partidos y las caras no van a ser tan amistosas”. “Hay molestia absoluta, hay realmente un quiebre y hay que ver cómo se van a limar asperezass dentro de tan poco tiempo que le queda al Gobierno de Sebastián Piñera”, enfatizó.
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