
Representantes de agrupación de Derechos Humanos junto al alcalde de Punta Arenas, Emilio Boccazzi, llegaron ayer hasta la intendencia para manifestar su rechazo a la licitación del inmueble de Avenida Colón 636. La primera autoridad regional, Mauricio Peña y Lillo, recepcionó sus inquietudes y lamentó que pese a un acuerdo con la administración anterior no se avanzara en el cuidado del histórico edificio.
Los dirigentes plantearon su intención de seguir a cargo de la casona, señalando que el propósito es convertirla en un museo que permita no olvidar un episodio doloroso en nuestra historia.
Sin embargo, el intendente discrepó señalando que “aquellos espacios lo único que hacen es dividir a las personas” y “mantener las heridas abiertas”
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