Gerardo Otzen, director regional del SAG, dijo que a través de muestras de secreciones nasales que han tomado de los animales, supuestamente contagiados, se encuentran monitoreando para confirmar o no la presencia de la enfermedad.
La influenza equina es una enfermedad que se conoce como altamente contagiosa, que causa brotes explosivos y que se caracteriza por presentar fiebre, tos y descarga nasal.
Esta patología tiene un ciclo, por lo que se dice que tiene un carácter autolimitante y la mayoría de los equinos contagiados logra recuperarse completamente, pero si el animal que presenta los síntomas no es tratado a tiempo y de forma adecuada, la recuperación puede tardar semanas o incluso meses. No afecta a las personas ni a otro tipo de especies animales.
Una de las formas de contagio es que haya llegado un equino nuevo a un grupo ya conformado, por lo que una de las recomendaciones es aislar a este de los demás.
Al tratarse de una enfermedad viral, las medidas de control que se están tomando, están orientadas principalmente a la contensión del virus para que no se propague.
El SAG está realizando una investigación epidemiológica con el fin de confirmar el brote de la enfermedad y ver de qué forma apareció.