Adidas Terrex Prunesco lleva casi un día de ventaja respecto a EastWind y ya preparan su llegada a la meta. Los hermosos paisajes de la Patagonia comienzan a decir adiós a los participantes del Patagonian Expedition Race.
Un inicio en la oscuridad desconcertante, un demoledor sendero de trekking sobre hielo y el capricho de las heladas aguas del fiordo Última Esperanza ya quedan atrás en la versión 2013 de la carrera más salvaje del planeta.
Conocido era el favoritismo de los ingleses de Adidas Terrex Prunesco antes de comenzar la carrera, pero pocos podrían haber adivinado que la ventaja que obtendrían sería tan grande. Cerca de 20 horas separan a los británicos de los japoneses de EastWind, quienes durante la tarde se encontraban en los recovecos del Monte Tarn.
Los asiáticos son seguidos muy de cerca por los norteamericanos de Gearyunkie Yogaslackers, completando los tres equipos que quedan en competencia. Esto porque los alemanes de Berghaus Adventure quedaron muy por debajo de los tiempos necesarios para alcanzar el punto de control en la Estancia Mercedes, lo que los dejó automáticamente eliminados.
Pete Clayden, coordinador de la carrera, aseguró que, de mantener este ritmo, los ingleses estarían llegando el martes en la noche a la etapa de kayak por el estrecho de magallanes, la última antes del tramo final en bicicletas hacia la meta ubicada en la Plaza de Armas de Punta Arenas.
Los rusos corren por su cuenta
Si bien, los rusos de Red Fox están eliminados, decidieron continuar y terminar la carrera desde el Punto de Control 11, denominado Río Primero.
Sin embargo, uno de los integrantes del equipo sufrió un fuerte ardor en una de sus piernas, complicando la continuidad de la expedición.
Hoy se debiese conocer si seguirán avanzando o si se retirarán definitivamente hacia Punta Arenas.
En tanto, los estadounidenses de “NorCal” ya se encuentran en Punta Arenas, tras quedar fuera al no alcanzar a tiempo el PC6.
El capitán Thomas Bastis reconoció que quedaron tristes por ver frustrado su deseo de terminar, pero a su vez reconoció la bella experiencia, en particular, el paso por los glaciares.