
Rechazamos de manera absoluta el intento de arrebatar la memoria de los chilenos por parte del gobierno, licitando la Casa de los Derechos Humanos. Para que los errores del pasado no vuelvan a ocurrir, las nuevas generaciones tienen derecho a conocer nuestra historia, y este sitio debe ser destinado a la memoria, las artes y la cultura. En este contexto, nos parecen lamentables las palabras expresadas por la máxima autoridad de la región, el intendente Mauricio Peña y Lillo, al señalar que estos sitios de memoria sólo dividen a los chilenos, negando de esta forma, por ejemplo, la labor de reparación y reconstrucción de la memoria de los cientos de campos de concentración que existieron durante la segunda guerra mundial en Europa. El conceder a la Memoria un espacio y lugar, resulta más que un derecho, una obligación histórica, más aún cuando se refiere a un tema tan delicado como los Derechos Humanos, pues se trata al menos de tener conciencia respecto al horror de pensar por un momento en lo sucedido con personas de su región, cuyo único delito de acuerdo a su postura es el de pensar distinto.
Respaldamos las acciones emprendidas por las agrupaciones de DDHH tendientes a paralizar la referida licitación y nos sumamos a todas ellas.
Saludamos la reciente reunión del Consejo Regional de Magallanes realizada el día martes 19 de febrero del 2013, donde se acuerda por mayoría de sus integrantes, redactar una carta oponiéndose a la licitación de este inmueble en segundo término el consenso alcanzado de que este Lugar sea responsabilidad de la Ilustre Municipalidad de Punta Arenas.
La Casa de Derechos Humanos debe ser defendida por la memoria y reparación de todas las víctimas y sus familias, por los hechos vejatorios ejercido en época de dictadura, por la defensa inalienable de estos hoy y siempre “La casa de los Derechos Humanos no se vende ni se Licita”.