El propio jefe comunal se mostró satisfecho por el espaldarazo que le dio el Consejo Regional (CORE) aprobando hace una semana los $ 305 millones necesarios para la elaboración del diseño del edificio, el que estará emplazado en la cuadra norte de Avenida Independencia, a un paso de Costanera. La construcción podrá albergar a todas las direcciones y servicios municipales, de tal manera de terminar con la suerte de hacinamiento que durante años han vivido los funcionarios y que han debido soportar el desgaste propio del tiempo y de la falta de mantención de los inmuebles disgregados por diversos sectores de Punta Arenas.
Esto último, además de las molestias para los trabajadores, se tradujo en la dictación de 14 sumarios sanitarios durante la anterior administración, lo que hoy es parte de la “mochila” que debe enfrentar la gestión de Boccazzi. “Nos encontramos con este problema y hemos tenido que poner el hombro tratando de que la autoridad sanitaria levante la medida, dando respuesta a las observaciones. Me parece que viendo los antecedentes, queda claro que los funcionarios no estaban bien en cuanto a lugar de trabajo”, enfatiza el alcalde.
Junto con reconocer que el problema “ha tocado piso”, lamentó que el proyecto del edificio consistorial se haya ido postergando, “por eso es uno de los desafíos prioritarios de nuestra administración”.
La autoridad comunal tiene claro que “se trata de una obra de proceso lento, pero esperamos que a fines de nuestra administración tengamos levantado el edificio”. Para ello, reconoce como fundamental el aporte de recursos del Gobierno Regional.
Se estima que la etapa de diseño de la iniciativa, denominada “Construcción Centro Cívico y Consistorial de Punta Arenas”, se extenderá poco más de seis meses, estimándose que los trabajos se prolongarán durante un año y medio.
