El proceso que finalizará hoy fue calificado como “ilegítimo” por parte de Argentina y no es reconocido por la Organización de Naciones Unidas. Ayer se desarrolló en Puerto Stanley la primera jornada del referéndum organizado por Gran Bretaña para determinar si los isleños desean que las Islas Falklands (o Malvinas) retengan su actual estatus político como territorio de ultramar de Reino Unido.
La convocatoria voluntaria en el primer día alcanzó los 1.672 habitantes, de los cerca de 2.600 que están habilitados para votar. De ellos, se estima que hay 164 chilenos con derecho a voto, 28 son argentinos y 266 de la isla de Santa Helena (colonia británica).
En cuanto a los chilenos, se estima que son más de 300 los que se encuentran en la isla por razones económicas, correspondiendo cerca del 60% a trabajadores temporales. En la otra vereda están los connacionales que llegaron a trabajar y se quedaron, como Alex Olmedo, quien permanece en isla desde 1990. Actualmente es dueño de uno de los principales hoteles, el Waterfront. Hoy es ciudadano británico.
El referéndum que finalizará hoy fue calificado como “ilegítimo” por parte de Argentina y no es reconocido por la Organización de Naciones Unidas.
Para el cónsul argentino en Punta Arenas, Horacio César Martínez Adalid, “la celebración de este referéndum en nada altera la esencia de la cuestión Malvinas y su eventual resultado no pone fin a la disputa de soberanía, ni a los incuestionables derechos argentinos”.
Agrega que como país comprometido con los derechos humanos, la Argentina respeta el derecho a la libre expresión. Sin embargo, agrega, la solución a la disputa de soberanía no depende del resultado de un referéndum en el que los súbditos de la corona británica se manifiesten sobre su deseo de seguir siendo británicos.
Para el cónsul, “permitir que la población británica de las islas se constituya en árbitro de una disputa de la que su propio país es parte, tergiversa el derecho a la libre determinación de los pueblos, ya que no existe en la cuestión Malvinas un pueblo sometido a la subyugación, dominación o explotación de una potencia colonial. En este sentido, el referéndum es un ejercicio espurio y tautológico, en tanto es impulsado por británicos, parta preguntarle a ciudadanos británicos si quieren seguir siendo británicos”.