Intendente Mauricio Peña y Lillo asistió al evento y destacó el aporte de los salesianos en el desarrollo de la educación en Magallanes. La inauguración del año escolar 2013, y el inicio del festejo oficial de los 100 años de la creación del Instituto Don Bosco, fueron los motivos de la ceremonia realizada ayer en dependencias del establecimiento.
Como invitado especial llegó a Punta Arenas el Superior Salesiano, Alberto Lorenzelli Rossi.
En la ceremonia se recordó que hace 100 años, un grupo de misioneros salesianos, hijos de Don Bosco, visualizaron la necesidad que tenía Magallanes de un colegio que pudiera “congregar en él a todos aquellos muchachos que buscaban un desarrollo en el campo de la capacitación en el mundo laboral, y a su vez la necesidad y la sed de escuchar un mensaje para vivir consolidadamente”.
Esto impulsó a los salesianos a iniciar la construcción de un recinto para albergar a jóvenes con la capacidad de efectuar diversas actividades y colaborar en el entorno local.
El actual director del Instituto Don Bosco, sacerdote Sergio Astorga Tamayo, valoró este siglo de vida al servicio de la comunidad, “una educación cimentada en el sistema preventivo y que ha sido la columna vertebral de toda nuestra acción pedagógica desde 1913”.
“Mejorar la educación”
Luego el seremi de Educación, profesor Raúl Muñoz, dio por inaugurado el año escolar 2013, ocasión en que señaló que “iniciar un nuevo año escolar siempre nos plantea grandes desafíos, ya que la educación en Chile está cambiando”. La autoridad se manifestó convencida que “el mejoramiento de la calidad de vida de todos nuestros ciudadanos se basa fundamentalmente en mejorar la calidad de la educación y a la vez darle mayor equidad. Ello es urgente e importante”.
Un momento muy especial de la velada fue cuando se descubrió el mural, confeccionado por el artista y pintor Guillermo Meriño Pedrero, de casi 10 metros de altura y siete metros de ancho, que representa una síntesis cristológica, eclesial y salesiana. Un mural que está ambientado en el paisaje de Magallanes, donde resaltan el mar del estrecho, Tierra del Fuego e Isla Dawson, este último lugar físico de la misión salesiana.
Mientras se descubría el mural el coro de la comunicad educativa pastoral, dirigido por Luis Santana Leiva, interpretó el canto del gloria de la misa criolla del cantautor argentino Ariel Ramírez.
El Superior Salesiano, Alberto Lorenzelli, recordó el trabajo de tantos sacerdotes que entregaron sus vidas por el proyecto educativo de Don Bosco, para quien “la educación es cosa de corazón”, y llamó a los jóvenes a mirar el futuro con amor y esperanza.
La bendición del mural estuvo a cargo del obispo Bernardo Bastres, pero antes entregó un mensaje en que defendió la educación particular y en materia de contenido educacional pidió a los educadores “no bajar las exigencias, muy por el contrario, levantarlas. Cuidado con dejarnos influir por otros que creen que no exigiendo, sino que siendo solamente amigos de los muchachos, llegaremos a formar gente útil a la Patria”.