Tuvo la oportunidad de conocer a Bergoglio personalmente en noviembre del año 2007, durante la beatificación de Ceferino Namuncura. “Es un hombre humilde, sencillo y de una gran humanidad. Eso me marcó mucho, sobre todo porque en esa riqueza humana también fluye una riqueza espiritual”, destacó Lorenzelli.
“Se siente inmediatamente que es un hombre de Dios. De una fuerte espiritualidad. Una persona que vive en la austeridad, con una gran solidaridad para los pobres, que quiere ofrecer a la Iglesia su ministerio como centro de unidad de todos los creyentes”.
Ante la consulta de que ha salido a relucir que el Santo Padre no es un gran intelectual, pero sí un gran pastor, el Superior Salesiano responde que Benedicto XVI representó un magisterio muy alto, “y ahora puede ser que el espíritu nos diga que tenemos que estar más cercanos a la gente, escuchar y saber interpretar el momento actual y cultural que vivimos. Yo creo que es el hombre justo, en el momento justo y en el justo lugar, que tenía que vivir este momento”.