La Comisión de Trabajo de la Cámara Alta aprobó, en general, la idea de legislar sobre diversas iniciativas tendientes a regular la relación laboral entre los supermercados y los empaquetadores. Durante la discusión, se recogió la opinión de las principales cadenas del país, de la asociación gremial que los agrupa y de diversas organizaciones que intermedian entre dichos establecimientos y los funcionarios, quienes plantearon las dificultades que podría generar una normativa sobre la materia, particularmente por el riesgo que las empresas decidieran prescindir de estos servicios y reemplazarlos por dispensadores automáticos.
El presidente de la instancia, senador Pedro Muñoz, enfatizó que habiéndose destinado ya numerosas sesiones a abordar el problema, existía claridad sobre los alcances y efectos de la misma, por lo que correspondía tomar una decisión, la que, a su juicio, debía estar orientada por la convicción de cada parlamentario de si esta relación era o no de naturaleza laboral.
“A mi juicio no cabe duda que hay acá una vinculación laboral porque hay trabajadores prestando un servicio, en condiciones de subordinación y dependencia, con horarios, uniforme, cumplimiento de instrucciones y régimen sancionatorio” – recalcó – añadiendo que, por años, tal como sucede con el multirut, se ha eludido una definición por las eventuales repercusiones de una nueva normativa.
Descartó, asimismo, la posibilidad de que ésta sea una relación sui generis, entre los empaquetadores y las empresas u organizaciones intermediarias que organizan los turnos, como se ha pretendido.