Entre llantos adolescente revivió supuesto abuso sexual

General
05/04/2013 a las 12:42
El acusado es un chileno nacionalizado argentino y hace un año que no puede volver a Ushuaia, porque después de la formalización quedó con arraigo regional. Una menor que hace nueve años fue supuestamente abusada sexualmente, por un chileno radicado hace más de 30 años en Argentina, revivió ayer los hechos que dieron origen a una investigación policial en contra de Ernesto Eugenio Cárcamo Ortega.
Los hechos datan del 2004 pero la denuncia se presentó recién el 2010, cuando la niña era tratada por un sicólogo y en una de las terapias terminó contando el abuso. El profesional, como ocurre en estos casos, está obligado a denunciar los hechos y así fue como el fiscal Dobson le encargó a la Brigada de Delitos Sexuales indagar los antecedentes.
Con el cúmulo de antecedentes solicitó la orden de detención en contra de Cárcamo. Por eso, cuando volvió a Chile, en mayo del año pasado, fue aprehendido en el paso fronterizo San Sebastián y formalizado por abuso sexual. En esa audiencia quedó con prohibición de salir de la región y por eso hace un año que no puede volver a Ushuaia.

Llanto
Ayer se inició el juicio oral donde, en caso de ser encontrado culpable, el acusado podría ser condenado a seis años de presidio, como lo pide el Ministerio Público.
Entre las declaraciones que presentó el fiscal Dobson, los jueces escucharon de primera fuente el testimonio de la joven, de actuales 18 años.
A pesar de que ha pasado tanto tiempo, la supuesta víctima no dejó de mostrarse afectada al revivir el episodio ocurrido en su casa.
Fue entre el 30 de agosto y el 2 de septiembre de 2004, que la mamá de la menor tuvo que viajar de urgencia a Ushuaia, por un familiar enfermo. La pequeña y su hermana mayor quedaron al cuidado de Cárcamo, que a esas alturas era uno más de la casa, a donde inicialmente llegó contratado para realizar unos trabajos. “Nosotras no pudimos viajar a Argentina porque no teníamos el permiso del papá”, recordó.
Ese día su hermana se fue al colegio pero la denunciante faltó por un malestar estomacal. “En la casa quedamos con el tío Ernesto. Cuando estaba en la pieza, en polera y calzón, bajé al baño y cuando volví él (el acusado) estaba viendo televisión, en el colchón donde dormía. Me dijo que me acostara y que jugaríamos a algo. Ahí tuve que subirme sobre él, que estaba sin ropa, y empezó a moverse fuerte, me tomó la cintura e intentó bajarme el calzón”, recordó, mientras recibía un vaso de agua para calmar el llanto y el juez presidente, José Flores, le pedía que se calmara.
Le advirtió a la niña que “esto no hay que decírselo a nadie”, y porque nadie le iba a creer.
Un segundo episodio ocurrió días después, cuando el hombre estaba en el baño y le pedía a la menor que le llevara confort. Ahí le mostró los genitales y le pedía que se los tocara.
Para el fiscal estos configuran dos delitos: abuso sexual y abuso sexual impropio, y solicita que al acusado lo condenen a seis años de presidio, por abuso sexual reiterado.
El juicio oral debe concluir este mediodía, restando la presentación de la prueba de la defensa, representada por el abogado Ramón Bórquez.

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