
En esta oportunidad, a diferencia de lo ocurrido el lunes 1 de abril cuando se mantuvo la prisión preventiva, no estuvo el abogado del Sernam, Ramón Ibáñez, porque la víctima le revocó el poder y por ende dejó de ser querellante en el proceso.
La misma mujer se retractó para que a su pareja lo dejaran libre. Entregó una segunda declaración, echando por tierra lo señalado a la policía el 7 de marzo y que tres días después le significó a su pareja ser formalizada por femicidio frustrado. Los celos del hombre, producto de una infidelidad de la mujer, lo trastornaron al punto de agredirla, “lanzándola a la cama con intención de matarla, apretándole el cuello y sacando el imputado de su vestimenta un arma cortante manifestándole expresamente que la mataría, dándole cortes con el arma a la altura del cuello. La víctima forcejeó para evitar consecuencias mayores, siguiendo el imputado con la agresión, dándole cortes a la altura del estómago y en las manos de la afectada, quien se trataba de defender para evitar ser asesinada por su pareja, logrando en un instante que soltara el cuchillo”, indicó la fiscalía.